El suero casero consiste en una solución a base de agua, azúcar y sal que se puede elaborar en casa, y está indicado para el tratamiento o prevención de la deshidratación y otros síntomas asociados a enfermedades como la diarrea y los vómitos. En este sentido, es fundamental conocer las medidas correctas para garantizar la máxima eficacia y tratamiento.

Aunque se trata de una receta habitual, siempre debe buscarse ayuda médica especializada en caso de enfermedad, sobre todo si se trata de afecciones recurrentes o síntomas más graves. Aunque es un paliativo eficaz, el suero casero no sustituye a los tratamientos farmacológicos ni a otras indicaciones realizadas por profesionales sanitarios. Más información a continuación:

¿Cómo hacer suero casero?

Para crear un suero casero correcto, debes utilizar una solución que diluya 3,5 gramos de sal y 20 gramos de azúcar en 1 litro de agua, ya sea filtrada o previamente hervida. Si no dispones de un medidor tan preciso, basta con añadir una cucharadita de sal y una cucharada de azúcar en un recipiente con dos botellas normales de agua.

Comúnmente, quien hace la receta del suero casero tiende a equivocarse en las medidas de sal y azúcar al utilizar cucharas de cocina, pues la percepción de la cantidad se ve afectada y puede terminar variando mucho. Por eso, se recomienda utilizar cucharas estándar, obtenidas en farmacias populares o puestos de salud.

Con estas herramientas, la receta del suero casero es aún más sencilla. En este caso, basta con mezclar una medida somera de sal y dos medidas someras de azúcar en 200mL de agua, ya que así se obtendrá un medicamento más cercano a las concentraciones recomendadas por el Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de la Salud.

En todos los casos, la caducidad del suero casero es de 24 horas como máximo. El suero debe tomarse a lo largo del día en pequeñas dosis, pero con cierta frecuencia para asegurar la hidratación. Sin embargo, la cantidad debe ser pensada para evitar la distensión del estómago y la estimulación del reflejo del vómito.

Por lo tanto, se puede optar por 150 a 300 ml por hora, es decir, un vaso por hora. Para los niños, se recomiendan 50 ml por kilo de peso con una frecuencia de cuatro horas. Con la misma lógica, se pueden calcular 10 ml por kilo de peso en caso de diarrea y 2 ml por kilo de peso en caso de vómitos.

En general, las cantidades pueden adaptarse en función de la gravedad del estado del paciente. Sin embargo, la idea es beber siempre la misma cantidad de líquido que se perdió debido a la diarrea o los vómitos. Como esto es difícil de medir, está indicado mantener a la persona hidratada para evitar que tenga sed o la boca seca.

Por lo tanto, conviene recordar que cuando aparecen síntomas de enfermedad, es indispensable El suero casero es sólo una ayuda y no sustituye a los tratamientos indicados por los especialistas. Busque ayuda profesional para saber cómo tratar adecuadamente su problema.

¿Qué otros medicamentos están indicados en estos casos?

Básicamente, el suero casero está compuesto por cloruro sódico y glucosa, lo que ayuda al organismo a recuperar parte de los nutrientes perdidos. Sin embargo, los errores de dosificación pueden crear complicaciones en estas afecciones, principalmente porque el exceso de sodio estimula la deshidratación y el exceso de glucosa agrava la diarrea.

Por ello, autoridades sanitarias como la Organización Mundial de la Salud recomiendan el uso de soluciones de rehidratación oral, que se distribuyen gratuitamente en farmacias y centros de salud. En la mayoría de los casos, estos medicamentos tienen una concentración adecuada de cloruro sódico, potasio, glucosa y citrato en polvo.

Además, se venden en paquetes con cantidades especificadas, por lo que sólo hay que diluirlos en 1 litro de agua limpia antes de consumirlos. Con estas composiciones ya preparadas, es más fácil ingerir las medidas correctas de cada sustancia para la rehidratación.

Además, se recomienda que los pacientes beban zumos naturales, sin azúcares añadidos, e infusiones que no tengan acción diurética para rehidratarse. Durante todo el tratamiento es fundamental mantener la ingesta de agua pura, sobre todo en los casos más leves.

En cualquier caso, es importante vigilar los síntomas y las reacciones del organismo.

Mantenerse hidratado es esencial, pero es muy importante buscar ayuda médica para evitar un empeoramiento de la situación y tratar el problema adecuadamente.